Nuevo espacio: el porche.
Ha llegado un nuevo espacio en Cal Calot, el porche. ¿Listos para disfrutarlo?
En 2021 vais a volver.
Hace unas semanas que hemos iniciado en 2021. Un año en el que todos hemos depositado muchas esperanzas. Es el año en el que derrotaremos esta pandemia mundial y el año en el que volveremos a encaminar nuestros proyectos. Posiblemente nada será del todo igual, pero con valentia reconstruiremos nuestras vidas, transformándolas en un viaje aún mejor.
Cal Calot, ha pasado un año muy solitario. La casa ha estado vacía durante meses. Hay momentos angustiosos y desmoralizantes. Sabéis que es un proyecto relativamente nuevo, y como tal, los inicios nunca son fáciles. Sólo faltaba toparnos con la pandemia para desestabilizar todo un poco más. De todos modos, la ilusión y la esperanza pueden con todos los obstáculos. Si es cierto que quizás no podremos avanzar tan rápido como queríamos, pero paso a paso iremos logrando los nuevos objetivos para hacer que Cal Calot, sea aún mejor.
Vista de la casa y el porche.
Nuevo proyecto, nuevo espacio.
Con esta ilusión y esperanza, y con algo más, como un buen equipo de trabajo, hemos conseguido rehabilitar el antiguo pajar de Cal Calot. Ahora es «El Porche». Tengo que deciros, que sólo se ha arreglado una primera fase del proyecto total que había previsto, pero estamos igualmente muy satisfechos. En medio de este temporal hemos conseguido rehabilitar una parte muy importante y posiblemente la que vais a disfrutar más, la zona de barbacoa.
Los que ya os habéis alojado en Cal Calot , sabéis que la barbacoa que teníamos, a pesar de ser práctica y de dimensiones más que aceptables, estaba en el exterior. Y los cocineros les tocaba cocinar la comida acompañados de las inclemencias del tiempo. A veces eran días de tregua meteorológica pero se de algunos que cocinabais paraguas en mano, intentando detener la lluvia e incluso la nieve. Estábamos totalmente de acuerdo con vosotros cuando nos pedíais un tejado pero como decía antes, es difícil poner en marcha un proyecto nuevo, y a menudo hay que ir paso a paso. Por fin, justo en Navidad, el porche se estrenó. En medio del invierno tal vez no es la mejor época para estrenar un espacio abierto como es este, pero este año ha ido todo atravesado, y si algo nos ha enseñado este virus, es que hacer planes puede ser la más grande de las tonterías, así que sinceramente, me da igual que se haya estrenado el medio del invierno y no en pleno verano, lo importante es haberlo rehabilitado y que cuando vengáis ya lo podáis disfrutar.
Zona de barbacoas con la encimera, isla central…
El Porche
Como iba diciendo, es un espacio muy abierto. Pero en invierno también se puede disfrutar. Las horas de más sol y con ropa de abrigo también se está muy bien. En el encontrareis unos grandes balcones que miran a la montaña y por el otro lado, al que da a la ermita, están los accesos, que quedan a nivel del suelo, como la casa, de tal manera, que las personas mayores o de movilidad reducida evitan escaleras y escalones. Os recuerdo que en la primera planta de la casa, aparte de haber la sala-comedor y cocina, también encontraréis dos habitaciones. De tal forma, que en las principales zonas comunes se puede acceder cómodamente sin tener que subir y bajar escaleras.
En el porche encontraréis una zona para cocinar, formada por una barbacoa y una espaciosa encimera con una pila y espacio para dejar utensilios, bebidas … También hay una pequeña isla en el centro de este espacio, para hacer el aperitivo mientras se cocina o simplemente dejar las bandejas cargadas de comida. También hay un cubo grande para la basura y una nevera. Y la leña, carbón, butano, “paella” …
A continuación están las mesas de madera para sentaros y disfrutar de la comida y el futbolín y la mesa de ping-pong, para hacer bajar el atracón que os habréis zampado. Ah, y no menos importante, que sepáis que también hay un lavabo. Evitaréis salidas y entradas a la casa. Más práctico y cómodo imposible.
Equipamentos del porche.
El porche es un espacio complementario que hará aún más especial vuestra estancia en Cal Calot. Una zona nueva para distraeros del grupo cuando os sintáis saturados, un espacio de juegos ideal para alborotaros, gritar y hacer juerga sin molestar a los compañeros que prefieren la calma de una lectura entretenida. Un espacio para disfrutar de los placeres culinarios de la comida cocida a la brasa o de una “paella” descomunal. Cocinar con la magia del fuego, el crepitar de la brasas … estos placeres tan auténticos que a menudo no podemos hacer en nuestros hogares, sobre todo porque lo que los hace más especiales es el hecho de compartirlos en grupo. Con el grupo de amigos y con toda la familia.
En el porche disfrutaréis de eternas sobremesas, donde a nadie se le hará tarde, donde no os preocupareis de molestar a los vecinos y donde una vez “llenos”, los niños, podrán levantarse y corre alborotados por los entornos sin peligro.
Padres, madres, abuelos, jóvenes … aquí volverán las reuniones.
Los balcones y los accesos permiten seguir disfrutando del paisaje. Os vais a sentir parte de la naturaleza, conectados a los orígenes más básicos; conectados al calor del sol, a la brisa fresca, al canto de los pájaros…se que suena muy bucólico, pero así es. Todo esto, bajo la protección de un techo, entre decoración rústica pero moderna, entre paredes de piedra, de color turquesa oscuro y de una encimera de azulejos al más puro estilo provenzal.
Balcones y panorámicas.
Os lo he contado, ¿ bien?
Espero haberos dado una pincelada clara y comprensible de este nuevo espacio de recreo. Con las imágenes que os dejo en esta entrada del blog, tendréis una idea más aproximada, y sino, ya sabéis que nos podéis seguir en las redes sociales, donde procuramos enseñaros lo que se «cuece». Hay que decir que nos falta ultimar algún detalle como las puertas definitivas, pero espero que nos deis margen de actuación, como os comentaba, necesitamos ir paso a paso. Y ahora el principal, es que todos, vosotros y nosotros, sigamos con buena salud y podamos encaminar de nuevo nuestras vidas, y entre otras cosas, volveros a abrir las puertas de «nuestro pedacito de cielo».
Encimera rústica y luz led para la zona de trabajo.
Como digo últimamente, la mente no la tenemos confinada. Si echáis en falta escapadas rurales con quien amáis, dedicad un momento en pensar en ellas, en planearlas, en visualizarlas, y muy pronto serán una realidad. Recordaros de nosotros, recordaros de Cal Calot.
¡Nos vemos pronto!