¿Qué sabes de Cal Calot?
Posiblemente hayas curioseado el montón de fotos colgadas a nuestras redes sociales. Quizás te has entretenido mirando la galería fotográfica de nuestra web, o quizás incluso ya te has alojado en Cal Calot, pero realmente, ¿qué sabes de Cal Calot?
¿te explico algo?
Pues resulta que tenemos conocimiento de la existencia de Cal Calot desde el siglos XVIII. Parece ser, que inicialmente la casa era más pequeña, pero con los años se fue ampliando según las necesidades de la familia. Descansa sobre los pies del Cerro de St. Lleïr, y en compañía de la misma ermita que da nombre a este enclave.
En la casa, todavía se conserva el antiguo horno de piedra, el comedero de ganado, y por supuesto, el montón de piedras que alguien con mucha traza y paciencia fue apilando dando lugar a sus cuatro paredes.
¿Y del nombre? ¿Qué me dices? ¿Alguna idea de donde proviene?
No sabemos, si siempre se la ha llamado así, posiblemente no. De todos modos, según nos explicó un señor de la zona, en algún momento de su historia, a la casa había vivido un tal Miquel, Miguel en castellano. Un Miquel, a quien lo apodaban Miquelot. Por lo tanto, cuando la gente iba a su casa, decían que iban a Cal Miquelot. Pero con el tiempo acortaron el nombre y se quedó con Quelot. En la mayoría de lugares donde se menciona la casa, esta consta escrita como Calot, así es como lo hemos conocido siempre, por lo tanto, así es como la continuaremos escribiendo.
¿Qué debió de ser de este señor? ¿Cómo debía de ser su vida? ¿Qué otros nombres debía de haber tenido la casa?
Esto continuará siendo un misterio, pero nosotros seguiremos cuidando la casa porque continúe en pie, aporte vida en este entorno tanto bonito y su espíritu siga vivo.